viernes, 26 de junio de 2009

Muñecas de Madera

Japón
De todos los juguetes artesanos en la historia japonesa, los más conocidos son los Kokeshis. Se dice que su origen se remonta a la mitad del periodo Edo (1603- 1867) y eran los artesanos del noroeste de Japón quienes las confeccionaban cuidadosamente a mano y las vendían a los turistas que visitaban los concurridos spas termales de la región.
En la actualidad las Koeshis son vendidas en Japón y son una muñeca tradicional de este país, visten kimonos tradicionales con maravillosos colores pintados en sus prendas. Algunas tienen forma circular donde es la pintura la que logra darles una belleza inigualable y un magnifico movimiento. Otras poseen cabellos de diferentes matices y formas, recortados en la misma madera, trenzas, brazos y otros detalles.
El principal lugar encargado de su producción es la ciudad japonesa de Gunma, su fundador Usaburo Okamoto nacido en 1917 en la misma ciudad las produce desde 1950 y recibe constantes galardones por su excelente trabajo.


Rusia
En Rusia encontramos un tipo muy peculiar de muñecas de madera llamadas Matrioskas.
Fueron creadas en 1890 y su originalidad consiste en que están huecas por dentro, de tal manera que en su interior se encuentra una nueva muñeca idéntica a la anterior de tamaño reducido, esta acción se repite sucesivamente.
Existe un límite de 75 unidades para esta repetición. Se caracterizan por ser multicolores y muy vistosas o por la presencia de elementos decorativos en la pintura, como jarrones o recipientes sostenidos por las muñecas.
Hoy en día las matrioskas son uno de los principales souvenir solicitados por los turistas que visitan Rusia. A consecuencia de su gran popularidad se pueden encontrar matrioskas que representan a familias completas incluyendo a sus mascotas, y en algunos casos la matrioska mayor ha representado al presidente Putin, y luego a sus sucesores en el poder Yeltsin (los líderes soviéticos).


África
Existe una leyenda en África que narra la historia de una joven mujer llamada Akua que anhelaba tener un hijo. Pronto en su desesperación le preguntó a un monje de su pueblo que debía hacer para conseguir su cometido, ya que había fracasado en sus intentos. El monje le dijo que consiguiera una muñeca de madera, que simule cuidarla, alimentarla y brindarle cariño y salud. Inmediatamente ella hizo lo que él le indicó, pero todo el pueblo se burlaba de ella y la ridiculizaba por su extraña actitud.
Para el asombro de todos Akua dio a luz a una niña. A partir de entonces otras mujeres han hecho este ritual con muñecas de madera, que pasaron a ser conocidas como Akuaba en su honor.
Este cuento africano sobre una mujer y su muñeca nos dan a conocer una parte de esta cultura y sus rituales para la buena fortuna. En los rituales de protección las muñecas pueden actuar como intermediaras entre nuestro mundo y otro en paralelo, y su participación en ceremonias garantizan que el daño no se aproxima o que el futuro esta controlado. Sin duda es una de las innumerables historias que existen sobre el papel de protección, el poder y el juego de las muñecas.

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