Luego desapareció repentinamente del pueblo de Xochimilco y todos dudaban de que siguiera con vida, había pasado mucho tiempo desde su desaparición. Después de varios años, en un rescate ecológico en Xochimilco, los pobladores llegaron al lugar donde este hombre se encontraba y les llamo la atención la manera como vivía. Don Julián había pasado un largo tiempo de su vida en una choza hecha de ramas y plantas, rodeada de muñecas, lo más curioso era que no recibía a nadie, vivía como un verdadero ermitaño.Las personas lo interrogaron acerca de su extraño comportamiento pero solo después de varios intentos acepto dar su versión sobre las muñecas. El afirmaba que ellas lo protegían de los malos espíritus y le servían para obtener buenas cosechas. Contaba que muchas veces, las muñecas aparecían de repente y lo acompañaban en su soledad por las noches.